-Cada
vez se está poniendo peor lo de ser extraño.
Y
cada vez que pienso en lo que Disney habría hecho con una idea como ésta, se me
ponen los pelos de punta. Pero es una serie noruega de 13 episodios y sólo 15
minutos de duración por capítulo.
Lars
es medio zombie. Los niños se divierten tirándole desde el tejado y hasta la
directora le atropella con el coche para divertirse. Pero Lars hará amistad con
una tímida ninja invisible, una bruja que quiere ser buena y hasta un chico
normal. Una amistad que muchos tratarán de evitar.
No
me gusta su excesiva, en ocasiones, intención didáctica dirigida a niños y
tampoco que se olvide de algún personaje interesante (el limpiador del
colegio). Pero tiene cosas buenas: reflexiones interesantes sobre el mundo
adulto (ese médico desengañado por el amor), la relación madre e hijo, la
combinación de drama y comedia, algunas ocurrencias graciosas (el álbum de
fotos del padre de Anna)…
Cuidado
con el amor: puede hacerte vivir.
-La
vida es peligrosa. La vida es cien por cien mortal.
Y
te deja con ganas de ver la segunda temporada, de saber algo más sobre la mitología
de ese mundo, sobre Detroit ciudad-zombie, sobre qué va a pasar con estos
chicos. Resumiendo: a los niños les enganchará, los adultos la encontrarán sugerente.
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