-Por
favor: moléstenos.
Los
inicios de la aplicación de la psicología en el FBI. Buena serie, interesante. Buenos
personajes, buenos diálogos.
1977.
El mundo cambió. Los delincuentes dejaron de ser atracadores. Empezaron a aparecer
psicópatas, asesinos en serie, monstruos. ¿Por qué? Esa era la gran pregunta
que había que responder.
Bill
y Holden. Dos agentes del FBI. Estudian psicología, enseñan psicología, viajan
de pueblo en pueblo, explican comportamiento criminal y entrevistan a asesinos
secuenciales. Ellos inventarán lo de asesino en serie. Y en el FBI dicen: ¿quiénes son estos bichos raros? Hasta
que sus teorías empiezan a funcionar.
Tiene
escenas crudas, claro. Y escuchar cómo los psicópatas cuentan sus depravaciones
exige cierto estómago. Alucinante el muy educado, simpático y extremadamente
perturbado asesino de las colegialas.
Mejor
escena. 1x04. Bill, Holden y Wendy bajan en silencio en el ascensor. En
silencio. Y una sonrisa al final.
Me
parece muy bien tratada la idea de entender al criminal, pensar como él.
Conviene no pasarse en esa comprensión porque tiene un precio inevitable. Lo
mejor de la serie es esa evolución de Holden.
-¿Cómo
se puede llegar a presidente de los USA siendo un sociópata?
-La
pregunta es: ¿cómo llegas a presidente sin serlo?
Volver
a encontrarse a Anna Torv es un valor añadido.
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