Por
un lado tenemos los restos de Los Restos.
Para que nos entendamos: los restos de The
Leftovers. Y por otro lado tenemos los revueltos de Los Revueltos. Para entendernos: los
revueltos de Les Revenants.
Yoorana.
Un pueblecillo de Australia. Unos cuantos muertos salen de sus tumbas. Cada uno
de ellos trata de averiguar qué pinta aquí y trae consigo sus dramas y sus
asuntos no concluidos.
El
momento es importante. Hace cinco años esta serie habría sido la bomba. Una
sacudida imponente. Ahora no es más que una mezcolanza de restos y revueltos. La
idea de los muertos que vuelven a la vida habría sido buena si no nos la
hubiesen contado ya varias veces. Y los dramas de sus personajes no están mal,
pero se quedan en poquita cosa en comparación con los dramones abrumadores de The Leftovers.
Así
que, cuando llega el final de la serie, con una sorpresa tremenda para relanzar
la segunda temporada, a mí me da igual. Claro que, si hubiera menos series,
probablemente seguiría con la segunda temporada porque ciertamente Glitch tiene sus momentos
interesantes. Pero hay muchas otras cosas que catar, así que dejaré sin
conclusión los secretos del pueblo de Yoorana. Igual a ti sí te apetece
descubrirlos.
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