Sobre el final de "The Leftovers" y cosas absurdas que se leen

He aquí otro de esos síndromes de Estocolmo.

The Leftovers es una de las series de la que muchos hablan, una serie de la que especialmente hablan los críticos o, al menos, que ha caído en gracia a muchos críticos. Y como gusta a muchos, tiene que gustar a más. Y se justifica lo injustificable.

Primer absurdo: leer en muchos sitios que ha sido un final inesperado y sorprendente. Pues lo siento, pero no. Seguro que es una posibilidad que se nos había ocurrido a casi todos. A mí era una posibilidad que se me había ocurrido. Si a un crítico no se le había ocurrido es que le falta entrenamiento.

Segundo absurdo: justificar la parrafada final de Nora. Pues lo siento, pero se pongan como se pongan, eso no es cine. Es un trabajo descomunal de la actriz, es verdad, no lo niego. Muy bien Carrie Coon. Pero no mostrar ese universo alternativo es un problema de presupuesto y de falta de imaginación. Un buen director habría sido capaz de mostrarnos ese universo y, al mismo tiempo, que no supiésemos si es cierto o invención de Nora.

Tercer absurdo: decir que el final responde todas las preguntas. Menuda tontería. ¿Y lo incompatible que es ese final con lo que ha estado viviendo Kevin en sus muertes? ¿Y con lo que ha vivido el padre de Kevin?

Cuarto absurdo: pretender que un final justifica toda una serie. Si me gusta el final, me gusta la serie. Si no me gusta el final, no me gusta la serie. Peor aún: si me gusta el final, la serie es buena. Reconozco que un buen final es importante. Pero en The Leftovers, al igual que en Lost, ningún final podía explicar todo lo sucedido. Si te deja satisfecho el de The Leftovers y no el de Lost es por síndrome de Estocolmo. Y eso ni quita ni añade nada a la calidad de ambas series.
Ya estoy viendo que alguien calificará de sorprendente el final de Twin Peaks, que considerará que sí responde a todas las preguntas y que dirá que por eso le gusta. Y ya verás cómo, encima, intenta justificarlo. Cuando todos sabemos que es imposible y que, además, nos da exactamente  igual cómo acabe, que acabe o que no acabe.