En ocasiones,
reconozcámoslo, la idea del mutante es sólo una excusa para adentrarse en una
mente y hacer jueguecitos. Es X-Men
utilizado para contar otra cosa. O tal vez, simplemente, hay demasiado relleno.
Como sea: me da igual.
Me parece mucho mejor esto que los X-Men
habituales. Hay cosas maravillosas, sorprendentes y capítulos tan geniales como
el 1x07. Las pizarras, los carteles de cine mudo, la versión musical de ese Bolero
de Ravel, Aubrey Plaza en toda su esplendorosa locura y rareza… Ese capítulo 7 es una joya.
La historia del cómic
era un verdadero lío desde que Kazami intervenía, una trama larguísima que, en
buena parte, se iba improvisando y haciéndose más rocambolesca. Así que me
parecen buenas las libertades que se ha tomado Hawley en la adaptación,
al mismo tiempo que respetan lo fundamental.
No sé si, por problemas
de derechos, no pueden citar a Francis Xavier. Pero, venga ya, hombre,
todos sabemos que es su hijo, así que…
Total: que ya estoy
esperando su vuelta. Con un poquito menos de inmersiones mentales. Pero en la
misma línea.
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