21/3/17

Iron Fist. Temporada 1

-No te haces ni idea. Es como tener por aquí al puñetero Tarzán recién salido de la jungla.
Me sorprenden las críticas tan duras que recibe. El error de Netflix fue ofrecer, a algunos críticos especializados, los seis primeros capítulos por adelantado. Y se nota que han hecho la crítica desde esos seis. Los que la vieron entera antes de abrir la bocaza, suavizan mucho más el tono.
Muchos dicen que no tiene estilo ni visión propia. No es cierto. Como bien señala Claire, hasta ahora habíamos visto a tres superhéroes atormentados. Iron Fist tiene un trauma de un recuerdo de la infancia pero no está atormentado. Y cuando los críticos dicen que no tiene estilo propio quieren decir que sí lo tiene, pero que no les gusta porque no es un depre. Pero son cosas muy distintas.
También he leído alguna comparación con Arrow. Lo mejor que tiene Iron Fist es que nos muestra cómo debió ser Arrow. Señalar dos deslices de guión en Iron Fist cuando Arrow tiene 10 por capítulo y preferir Arrow es ponerse una diana en el pecho para que disparen a placer. Flechas o puños cargados de chi.
Es una serie muy disfrutable. Menos densa que las otras, con menos fondo, más para grandes públicos, pero muy entretenida y, desde luego, muy superior a cualquiera de los infantilismos de DC (Arrow, The Flash, Supergirl, Legends). Además ofrece más cancha a los secundarios comunes de las 4 series: Rosario Dawson y Carrie-Anne Moss.
Me gusta, especialmente, Rosario Dawson. Una interpretación muy natural, muy fresca. Es la enfermera que cose, remienda y grapa las heridas de los superhéroes y que no deja de alucinar con lo brutos y lo insensatos que son.
Y Carrie-Anne Moss:
-Oh. Ya me conoces. No me pierdo una buena incineración.

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