Chiste tras chiste tras
chiste. La tontería por la tontería desde el primer segundo.
Es, obviamente, una
parodia del universo del hombre murciélago (y de muchos otros universos) y,
como todas las pelis paródicas, no es buena. Pueden ser más o menos graciosas
pero tienen muchos problemas en muchos niveles.
A mí me agota tanta
gansada. La cuestión es que, cuando ya estás cansado, a punto de tirar la
toalla, aparece otro chiste genial, un golpe de gracia ingenioso y vuelves a
conectar.
Pero así vas: en una
montaña rusa de altibajos rítmicos que por momentos resulta cansina y que, en
otros, tienes que reconocerle su innegable agudeza.
-¿Robin es tu hijo?
-Para nada. Sería raro.
-Más raro sería si no
lo fuera.
Y, mientras, el Joker
reúne a la mejor colección de malos: Gremlins, Voldemort, Sauron, Godzilla y esos robots británicos (pregunta a tus
amigos nerds)*. Un batiburrillo de acción caótica hiperacelerada.
_______________
*Soy, pues, un nerd,
porque sabía qué robots británicos eran. Los Dalek del Doctor Who.
No hay comentarios:
Publicar un comentario