Cuando veo películas
como ésta sé por qué no estoy viendo The
Walking Dead. Porque sí hay cosas buenas de zombis que me cuentan algo y The Walking Dead no lo hace.
Tren to
Busan
se toma la molestia de dibujar bien a los personajes. Personajes reales,
creíbles. Y los hace evolucionar. Además tiene momentos potentísimos y una planificación
poderosa que sabe resaltar cada instante. Escenas inolvidables.
Una vuelta a los
orígenes de George A. Romero, donde lo importante es el modo en que
reaccionan las personas.
Las situaciones
dramáticas son fuertes, pero porque ha presentado bien a los personajes,
conocemos su modo de pensar, su psicología. Personajes que dan la vida por los
que aman, que se sacrifican por los débiles… La situación extrema les empuja
inicialmente a pensar en sí mismos y, rápidamente a cooperar. O algunos otros
casos inversos de histeria colectiva, de manipulación, de extrema egolatría.
Muy buena peli, con
fuerza y muy intensa. Y menudo final. Ese hombre de negocios que descubre en
último instante lo único importante de su vida.
Ah, sí. Es coreana.
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