-Lo único que detiene a
los anfitriones de hacernos pedazos es una línea de tu código.
Sí. Es la nueva Lost. Hay un Benjamin Linus, hay un
Los Otros, hay una escotilla, hay un Dharma y hay todo lo que había en Lost, pero tuneado en parque de
atracciones con robots que empiezan a romper las leyes de la robótica.
El verdadero, el gran
problema de Westworld, es
simple: a partir de ahora es otra serie, algo distinto. Un prólogo de 10
capítulos es excesivo. La historia no ha comenzado y nos han obligado a
tragarnos una temporada para situarnos. El giro de guión, ese giro tan
necesario, habría estado bien en el capítulo 4, mejor aún en el 3.
Claro, que cabe la
posibilidad de que sí vuelva a ser lo mismo, que todo esté programado. Y en ese
caso yo no veré la segunda temporada.
Lost sabía que, con 22
episodios, un gran giro tenía que ocurrir en el capítulo 4 y, a partir de ahí,
sorprender de continuo. Westworld
(solo 10 capítulos) provoca el giro en el último capítulo. Falta imaginación y
necesitan estirar artificialmente.
Esa falta de contenido
para rellenar tanto metraje afecta a las historias de los personajes. Poco atractivos,
poco variados, pocos matices (especialmente los humanos). Y eso Lost sí sabía hacerlo. Y fíjate que en
Westworld tienen un lujazo de reparto.
Westworld sabe ser mediática:
muchas teorías en internet, mucho fan, mucho ruido en las redes. Pero la serie
en sí, su narrativa, es muchas veces
agotadora.
La estoy machacando
demasiado y no debería porque tiene su interés. Nada nuevo sobre inteligencia
artificial, pero una perspectiva original. Me gustó en conjunto pero a mí me interesa la historia
bien contada, no buscar teorías en internet.
-Creo… Creo que quiero
ser libre.
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