¡Canta!

Es uno más de entre los muchos reality shows que nos cuelan en la tele. Tipo Operación Triunfo o La Voz. Un grupo de gente (en este caso animalillos) que quiere saltar a la fama cantando.

¡Canta! reúne todos los tópicos de ambos géneros. El de la animación y el de los reality shows. Pero la peli tiene algunas ventajas.

La primera de ellas es la enorme cantidad de ocurrencias absurdas que a los guionistas se les ocurren. La segunda (y para mí la más importante) es que las historias de esos animalillos son mucho más interesantes que las de los estúpidos seres de carne y hueso que vemos en los reality shows. La elefantita tímida, el gorila ladrón, la cerdita ama de casa (con toda su hilera de lechoncitos)… Todos ellos tienen vidas más apasionantes que las de esos personajillos que buscan el famoseo con su falsedad, su vanidad, su superficialidad, su lenguaje tan vulgar.

Y no olvidemos que el lenguaje expresa el pensamiento. Aquí el lenguaje es una buena planificación y escenas divertidas.

No me ha entusiasmado pero, al menos, me ha ahorrado el patetismo.