Vale. Este capítulo
necesita un comentario aparte porque se ha convertido en el preferido de todo
el mundo. Durante el verano, hablando con un arquitecto, me decía:
-La gente no sabe lo
que ve. Ni en arquitectura ni en cine. Ni en cualquiera de las artes. El 99% no
entiende realmente lo que está viendo.
Y eso es lo que pasa
con este capítulo de Black Mirror
que gusta a tantísima gente y que a mí me repele. No saben lo que han visto, lo
que están viendo.
Leo comentarios y
comentarios y más comentarios acerca de lo bonito, de su final feliz, de
esperanza.
¿En serio? Yo veo todo
lo opuesto. Acabar viviendo en Matrix.
Exactamente igual que el tipo de la realidad virtual del 3x02. Él vive en un
horror permanente, las chicas del 3x04 en una fiesta permanente. Pero son la
misma historia. No hay un San Junípero, no hay un cielo. Hay una cárcel de
electrónica y metal que te encierra, eternamente, en Matrix, la frialdad de servidores conectados por cables a otros
servidores y discos duros y supuestas compatibilidades. Con posibilidad de ser
hackeado, de que alguien deslice un sueño de horror en tu cielo ficticio.
Si eso es un final
feliz, si es lo que la gente quiere, adelante. Pero yo paso. Yo no quiero vivir
en Matrix.
La gente no sabe lo que
ve. A mí me pareció un capítulo tristísimo. Charlie Brooker escribió un
guión devastador y la mayoría de la gente no lo entendió. Lo entendió al revés.