Kevin Costner,
Ryan Reynolds, Gary Oldman, Tommy Lee Jones, Jordi
Mollá, Gal Gadot, Alice Eve, Antje Traue y Amaury
Nolasco.
Un reparto así y la crítica, en general, no
se ha cortado un pelo a la hora de destrozarla.
En cierto modo lo entiendo. Es una
mezcolanza de géneros muy extraña. Espías, ciencia-ficción, acción, drama y un
puntín final de ternurismo. Como juntar Jason
Bourne con Fringe. Y
entiendo que ciertos giros de la trama están muy traídos por los pelos.
Claro que transferir la memoria de un agente
de la CIA a un sociópata es forzar la credulidad. Y también lo es que al
Holandés, el genio informático, no se le ocurran modos más sencillos de
conseguir 10 millones. Si piratea todos los misiles de Estados Unidos más fácil
sería piratear un banco. Digo yo.
Pese a todo agradezco el discurrir de su
trama. Con una mezcla así, las cosas se mueven con otro ritmo y otras
dinámicas. No es el típico guión cliché. Y Kevin Costner lo hace bien,
encarnando el desconcierto de ese tipo que descubre sentimientos.
Entretenida siempre que estés dispuesto a
aceptar rarezas.
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