Me pareció que la primera temporada cerraba
la serie. Que no había más que contar. Por eso no empecé la segunda. Pero
varios blogs la mencionaban como algo positivo y la decisiva intervención de mi
hermana me empujó a verla.
Lo mejor de esta serie es que todos los
personajes son prescindibles.
No. Que ese es un actor conocido.
Da igual. No tienen reparos en cargárselo
por el bien de la trama. Y algunas de esas muertes las disfruté. Vaya que sí.
La del capítulo 2x07 (capitulazo). No digas que no te alegraste. Otras muertes
no las disfruté, pero eso es valor, correr riesgos con la historia.
La verdad es que me apasionó a partir del
capítulo 7. Hasta entonces bien, pero no me aportaba gran novedad, me parecía
una repetición de esquemas. Sin embargo los tres capítulos finales merecen
mucho la pena.
Me divirtió mucho Oscar, el médico pelotilla
y plasta. Bonito detalle el de la maqueta de Wayward Pines inundada de sangre.
E interesante el modo de introducir el mito de Yocasta, aunque creo que
deberían haberse dado cuenta antes.
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