28/8/16

Heidi

-¡Por todas mis cabras juntas!
Bastante buena, la verdad. Mucho mejor de lo que esperaba.
Bruno Ganz es el abuelo, un hombre de carácter fuerte con una impresionante intensidad. Pedro es un pastor rudo, un niño bien elegido con su cara de brutico.
Lo mejor de la peli es que, aun siendo tierna y dulce como corresponde, se intenta erradicar la ñoñería y apuesta por la crítica social del clasismo, por el contraste entre la futilidad de tantas costumbres urbanas y la sencilla aspereza y necesidades del mundo rural (sin idealizarlo), por profundizar en el desarraigo, la orfandad…
Muy divertida la primera comida con la señorita Rottenmeier y Clara despiporrándose desde su silla de ruedas. Y la contrapartida, cuando Heidi enseña a Clara cómo se come en el campo, sin cubiertos. Muy majete el mayordomo, la criada que pimpla… Cuidan a los personajes secundarios y los definen bien con unos pocos detalles.
Y, claro, están todos esos paisajes de los Alpes suizos.

2 comentarios:

io dijo...

Cuando quieras te vienes a verlos en persona.

Individuo Kane dijo...

Ya.
A ver si encuentro un ratillo.