En el cine se ha contado una sola historia
de cazadores de fantasmas. Bueno, dos. Pero vamos a suponer que no existió la segunda parte.
Así que tienes todo un territorio inexplorado de infinitas tramas para hacer lo
que quieras.
¿Qué hacen en Ghostbusters (2016)? Nada. Originalidad cero. La trama está
calcada de Ghostbusters
(1984). Presentación de personajes, despidos de la universidad, búsqueda del
local, fantasma en público, llamada del alcalde… Todo igual. Todo.
Eso sí. Lo alargan hasta las dos horas, con
rellenos de conversación pseudo-científica y cháchara repetitiva que no tiene
ninguna gracia.
Hay un chiste bueno, allá por la hora y
cuarenta.
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