8/5/16

El olivo

Icíar Bollaín y su marido Paul Laverty vuelven a unirse en la dirección y guión.
El guión es muy Laverty. Gente currante viviendo al límite, políticos corruptos, corporaciones empresariales podridas. Hay algunas cosas un tanto artificiosas por no suficientemente explicadas. Ese arranque de Alma tirando huevos al coche del jefe o esa estatua de la Libertad, aunque tenga su carga metafórica y divertida.
La dirección es muy Bollaín. Dirige bien a los actores, logra encuadres preciosos, permite que la historia fluya con buen ritmo.
Genial Javier Gutiérrez, un tío que saca la comedia en medio de la situación más dramática. Su credulidad y su confianza en la gente son la fuente de todas sus desgracias.
-¿Dónde está el cura? ¿No habíamos quedado con él aquí?
Una película agradable, simpática, un poco triste, que plantea bien los conflictos pero que no los aprovecha del todo. Deberíamos saber algo más de las chicas alemanas, de la movida Facebook, de Rafa que es un tío estupendo.

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