Frankie Tagliano “el Apañao” fue Silvio Dante en Los Soprano y músico de la E
Street Band, cosa que demuestra en el 1x05 y 3x05. Y como Springsteen
sigue siendo su amigo, aparece en el último capítulo, el 3x08, durante unos
segundos, como “el Enterrador”. La cosa es que Frankie ha declarado contra su
jefe mafioso. Protección de testigos le envía a Lillehammer, un pueblo de
Noruega.
Frankie tiene solución (mafiosa) para todo:
hacer al funcionario de integración una oferta que no puede rechazar, el camión
con aceite de oliva La Masía, la integración islámica, los pantaloncitos de
camareras que atentan contra el medio ambiente… Obviamente la jefa de policía,
que es su vecina, tiene la mosca detrás de la oreja.
Los Soprano, tal cual, en clave de comedia (ahí está Tony
Sirico, colega de Silvio Dante en Los
Soprano para reforzar la idea). Y es que ver eso mismo en Noruega es
una revolución. Allí no están preparados para esa forma de hacer negocios. Para
cuando quieren darse cuenta, el tío está metido en todo.
No me volvió loco Los Soprano y no me vuelve loco Lilyhammer, pero al menos ésta tiene momentos divertidos muy
inspirados. Aquí saben que algunos de los personajes de Los Soprano eran un chiste que nadie debió tomarse en serio.
Primera temporada, bien. Segunda temporada,
floja. Tercera temporada, mala. Es decir: cuanto más se parecía a Los Soprano, peor. La última
temporada tiene poco de comedia. Original primero, en caída libre de tópicos
después.
-¿Crees que es una buena idea dejarle la
pistola al bebé?
-Tiene el seguro puesto, ¿me tomas por un
padre irresponsable?
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