Como siempre, en navidades, voy arrastrando
películas. Ésta tuve que dejarla en su momento, pero por fin he podido verla.
Suele decirse que los grandes cambios
sociales no deben ser apoyados por la violencia, que debe usarse el diálogo,
los recursos legales, etc. La teoría está muy bien, especialmente sostenida en
argumentos éticos. La práctica no es así. La violencia, lamentablemente, suele
dar resultados. La Historia es la Historia.
-No queremos romper las leyes. Queremos
hacerlas.
Bien. Interesante. Se apresura demasiado con
la evolución de situaciones y personajes, tal vez porque no queda otra, pero la
película se resiente. Carey Mulligan están grandísima y la apoya muy
bien, en el lado femenino, Helena Bonham Carter. La contraparte del lado
masculino es Brendan Gleeson, tratado hábilmente para no mostrar un lado
maniqueo.
Tema complejo que exigía más calma u otro
enfoque distinto. La secuencia de suspense está fuera de lugar, pero el
conjunto es un buen punto de partida para interesarse por esos momentos
históricos.
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