La diligencia según Tarantino.
No es una gran peli de Tarantino. Es
una buena peli para cualquier otro. Creo que es evidente que no se esfuerza al
máximo, que no muestra todo su potencial. Tal vez por la cuestión del guión,
del sí la hago, no la hago. La ha hecho y se la ha quitado de en medio. Hay
aquí cosas que sólo él es capaz de lograr, pero es una de sus obras menores.
Hay que tener agallas para confiar la primera
hora y media, lo que suele ser la duración estándar de una peli, a diálogos.
Gente que habla y se presenta. Gente que sube a la diligencia. Gente que se
refugia de la tormenta en la Mercerie
Minnie. Hora y media de conversaciones y cine clásico. Sin que pase nada salvo presentar a los personajes.
Luego llega el café y ahí sí. Un chute
cafeínico que dispara al otro Tarantino. Al Tarantino bestia y descerebrado,
al Tarantino de la sangre y la violencia, al de la serie B deliberada.
Esa puerta. Me encanta esa puerta, esa
ocurrencia. Muy gracioso, muy brillante, muy cinematográfico.
Muy grande Jennifer Jason Leigh y su Daisy
Domergue. Menudo bicho. Y si enfrente tienes a otros dos grandes como Samuel
L. Jackson y Walton Goggins, tampoco le vas a pedir más.
Bueno, sí. Es Tarantino. Puedes y debes pedir
más.
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