Doctor Who. Temporada 9

-Simplemente por estar cerca de mí ya deberían ser más inteligentes. Por ósmosis.

En mi humilde opinión, mantener los teléfonos en silencio, simplemente en vibración, es cuestión de mera educación. Por si eso no bastara, miles de pelis y capítulos de series vienen a demostrarlo: los teléfonos siempre suenan en el momento más inoportuno. ¿No lo ves? Un simple ruidito y alertarás a un zygon. Cosas tan importantes como ésta se aprenden en Doctor Who.

El 9x08 es un buen discurso sobre la paz. Sobre sentarse a pensar. Pensar: una palabra elegante para cambiar de opinión.

-Nada es triste hasta que se acaba. Después todo lo es.

Me encantó, por supuesto, el 9x10, la calle invisible (tan callejón Diagon tipo Potter) donde viven los alienígenas, donde volvemos a encontrar a Ashildr y donde nos despedimos de Clara Oswald, la chica imposible. Y qué hecho polvo me dejó. Qué inesperado, qué fuerte. Aunque luego descubriremos que le queda un latido.

-Podríamos hablar con él.

-Las armas son sus palabras.

Bueno, a partir del 9x10 es un subidón. Capítulos muy imaginativos, distintos a cualquier cosa que puedas ver en televisión. Vuelta a sí mismo, al origen, a Gallifrey. Y con uno de esos giros alucinantes que no te esperas para nada.

-¿Cómo viajas al pasado?

-Extremadamente bien.

Por cierto. Es la única serie que me descargo con la definición más alta posible. Merece la pena. Ahora espero, con más ansiedad que nunca, el capítulo navideño.