Esta es la temporada en que Saga Norén
pierde los papeles. Sí, ella, la policía inefablemente imperturbable, insensible,
la estoica. Ha metido a su amigo Martin en el trullo, su pasado familiar se le echa
encima, un crimen le toca muy de cerca en lo profesional/personal y ella misma
es sospechosa de asesinato. Son demasiadas cosas juntas. Pierde el control
hasta encontrarse en la misma situacional potencial de Martin. Dos veces.
Vulnerable. La palabra que no existía en su
diccionario.
Enorme interpretación la de Sofia Helin,
dotando progresivamente de humanidad al rostro pétreo hasta llegar al llanto. Aportando
matices a un rostro que se resiste a tenerlos.
Una temporada muy buena a grandes rasgos,
con algunas incoherencias de guión, algunas trampas, algunos elementos
tontorrones para alargar la tensión. Pero muy sólida en su conjunto,
profundizando en la personalidad de la protagonista.
Y, además, nos dejan apuntados un par de
casos para la posible temporada 4: los asesinatos de la familia de Henrik y el
de la madre de Saga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario