Es la historia de Pierre Michel el juez de French
Connection, La French para los amigos, pegándose a los hechos históricos.
Me gustan cosas de su montaje acelerado para
narrar entresijos y funcionamiento. No me gusta esa cámara en mano, que no
viene a cuento, pues tampoco tiene una pretensión de documental.
Está bien presentado ese juez resolutivo,
con mucha manga ancha para adaptar la ley a lo que le conviene, un tipo al que
le han tocado tanto las narices que ha decidido entrar a saco y pasar por
encima de comisarios corruptos, otros jueces, amenazas… Terco. Tan terco que no
fue bueno para su vida.
Bastante inverosímil esa conversación a
solas entre juez y mafioso en la carretera o esa machada de intervención
durante el asalto al laboratorio. Interesante para conocer la vida de este buen
hombre. Cinematográficamente es correcta.
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