Esta película puede que guste a bastante
gente, tal y como gustó Ana Karenina.
Pero eso no significa que sean buenas. A Joe Wright se le fue la pinza con
Ana Karenina y ahora se le va
en ésta.
Apabullante, recargadísima. Visualmente
imponente y con un lujazo de reparto. Pero todo es excesivo. Un barroquismo que
tiene por misión ocultar las carencias del guión.
Si Peter
Pan se ha adaptado tantas veces es porque se presta a múltiples
interpretaciones. Esta adaptación no tiene ninguna interpretación. Lo que ves
es lo que hay. Hay espectáculo, hay efectos especiales, hay (lo reconozco)
alucinantes movimientos de cámara… Pero todo es caótico, confuso, embrollado.
Más no significa mejor.
Sales de la película con los ojos saturados
de acción y color y, a los dos minutos, estás pensando: menuda decepción.
Pan: y la mató.
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