Lejos de los hombres es una aventura seca, austera, áspera, reforzada por unos escenarios
pétreos y áridos que contribuyen notablemente a crear una sensación muy
esencial, de ir al grano. Dos hombres que se encuentran con lo más básico y
elemental de la naturaleza humana.
Años 50 en Argelia. Viggo Mortensen,
comandante del ejército durante la guerra, es ahora maestro en una pequeña
escuela rural. Le encargan que escolte a un hombre acusado de asesinato. Pero
leyes y costumbres, derecho y honor, se enfrentan.
Es una aventura sin aventura, es una road movie agreste. Los encuentros con
unos u otros son, en realidad, encuentros con su propia responsabilidad, su
pasado, sus ilusiones.
Una película que se hace algo lenta, ardua a ratos,
pero con un toque de belleza interesante. Creo que el director tiene captado el
tono para esa búsqueda de lo esencial, pero necesita un tema más profundo o
profundizar más en el que tiene.
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