Eddy sale de la cárcel. Es acogido por su
amigo, casado y con una hija. Son gente pobre que vive al día, sin esperanza de
cuidados médicos para la esposa o de una educación para la hija.
1977. Chaplin acaba de morir. Y a
Eddy se le ocurre secuestrar el cadáver y pedir un rescate de un millón de
dólares.
Xavier Beauvois
se aleja de la línea de De dioses y hombres para narrar una peli pequeña, intimista, a caballo entre el
neorrealismo italiano y la comedia, un poquito triste, un poquito cómica.
Es un homenaje a Chaplin y a esos
personajes que él encarnaba con emoción: pobres, inmigrantes, currantes… La
gente buena sin recursos. Y también, claro, la aparición de la chica, el amor
que motiva a convertirse en alguien mejor.
Tras los créditos hay una escena divertida.
Poquita cosa pero atractiva.
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