Y de western
peculiar pasamos… a otro western
peculiar. Porque es danés. Con nutrido reparto internacional. Pero danés.
Un hombre busca fortuna en Estados Unidos.
Una vez asentado, recibe a su esposa e hijo, después de 7 años de separación. Y
la diligencia que toman para ir a casa digamos que no es la más apropiada.
Estamos en 1871.
No aporta nada nuevo. Sólo faltaba que una
infiltración nórdica diese lecciones de cine del Oeste. Tiene todos los clichés
del género. Pero está muy bien rodada y fotografiada, con una excelente
planificación, unos travellings
elegantísimos y pocos diálogos. No necesitan hablar gran cosa para narrar la
historia.
Me encanta ese plano de la puerta, calcado de Centauros del desierto pero con travelling inverso.
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