2/8/15

Profanación: Los casos del Departamento Q.

Otra semana con estrenos que dan más pena Rajoy. Y El secreto de Adaline, que prometía algo, fue un chasco. Así que aquí va otra peli que dejé colgada hace unas semanas.
Sigue llamándome la atención el cine policiaco nórdico. Y sigo preguntándome si lo que ahí se cuenta, responde a una supuesta sociedad de bienestar, que aquí hemos idealizado excesivamente, o si lo que cuentan (a veces de un modo crudo) es el deseo de que pase algo fuerte.
Espléndida fotografía. Supongo que si vives en un país con seis meses de noche aprendes a distinguir matices de luz dentro de la oscuridad. Me gustan todas esas tonalidades que logran mostrar.
Continuación de El guardián de las causas perdidas. Carl y Assad. El borracho y el árabe. No se puede decir que la pareja de polis protagonistas estén muy definidos. Son esquemas imperturbables, sin matices. Y el trasfondo es sórdido y cada vez peor. Entretiene mientras la ves, pero al mismo tiempo deja indiferente. No enganchan los personajes ni una trama que resulta demasiado truculenta y más explicada.

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