Dejé pasar los días porque Guy Ritchie
es un director que estaba adocenado. En un ejercicio de retrospección recordé
que también hizo cosas interesantes en un pasado muy lejano. Por un lado estaba
el deseo de que hubiese vuelto y el temor de que no lo hubiese hecho. Por otro
lado estaba una variedad de críticas muy diferentes.
Al fin me decidí a verla. Y me ha gustado
bastante. Entretenida y con cosas muy simpáticas: colores, esa imponente labor
de vestuario, música y unas cuantas escenas que le sacan enorme partido a la
profundidad de campo: el ruso con el ajedrez y la chica bailando al fondo, el
agente americano en el camión y el ruso con la lancha detrás… Muy divertido.
No es una película frenética, pero creo que
tiene un ritmo muy adecuado. No ha vuelto el antiguo Ritchie pero es una
mejora sustancial respecto a sus últimas películas.
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