-Me encanta el pueblo. Las montañas, los
pinos, las… miradas de miedo de todos.
Tiene mérito cargarse a una de las protagonistas en el capítulo 2, y a otro en el capítulo 3. Tiene mérito
desvelar el misterio central en el capítulo 5. Podría haberse alargado hasta el
final, pero no mantiene el suspense en vano, quema etapas. No convierte la
paciencia del espectador en intolerable. No le interesa el suspense eterno sino
el tema en sí.
Sí, vale, tiene incoherencias. No decir nada
a los adultos de Wayward Pines pero sí a los 200 de la montaña porque son
voluntarios. La chica del hospital que no hay que mover, para luego tener que
moverla. La evolución de algunos personajes, tan excesivamente rápida para
pasar de polo a polo. Pero esos fallos son lo de menos, creo yo.
En el fondo es una historia bastante
emparentada con El bosque y
las obsesiones de Shyamalan: lo que el miedo puede hacer en una sociedad
y la necesidad (o no) de enfrentarse a esos miedos o de perpetuarlos. Libertad
o seguridad.
No es una serie genial, pero creo que funciona muy
bien como entretenimiento. La decisión de no perpetuarla en más temporadas me
parece acertadísima. Lo que había que contar está contado. Más temporadas sólo
significarían redundancias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario