Esta hagiografía de la FIFA no se ha
estrenado prácticamente en ningún lugar del mundo. Ha pasado directamente a la
televisión que es un medio que hoy ya no ve casi nadie.
El director de la peli ha querido
desmarcarse diciendo que si patatín y patatán. Y, hombre, de acuerdo en que, en
ocasiones, a un director le han retocado cosas en la sala de montaje, le han
cambiado finales, le han hecho faenas aquí y allá.
Pero supongo que se dio cuenta, cuando
empezó a dirigir la peli, de que estaba financiada por la FIFA en un 80% y que
mientras rodaba no estaba hipnotizado. No puede decir que quería hacer algo al
estilo de Michael Moore cuando es obvio que trataba de convertir en
ídolos a estos impresentables.
Ha tenido mala suerte, sí. Si todos los
mangoneos no hubieran quedado al descubierto en el lapso de tiempo entre el fin
de rodaje y el estreno, seguro que Frédéric Auburtin andaba por ahí
sacando pecho y concediendo ruedas de prensa.
Se ha descubierto el pastel y se acabó. Un poco
tarde para decir que esto lo hice sin querer y contra mi voluntad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario