Ojo.
La peli es tontita, a ratos idiota e incluso
estúpida.
Pero mucho ojo.
Esa tontería, esa idiotez, esa estupidez es
lo que la hace ser enormemente realista, muy NORMAL. Las comedias americanas me
las creo tanto como la gravedad de Von Trier. Ciertamente no buscan la
NORMALIDAD. Buscan otra cosa. Pero esta peli de Leticia Dolera me la
creo. Entera. Es sincera, la vida misma. Y la realidad tan pronto te hace echar
risas como te da un puñetazo en el estómago. Soledad, miedo, frustración,
culpa… Todas esas cosas que se oponen a lo que María piensa que es ser NORMAL.
Trabajo, casa, pareja, vida social,
aficiones, vida familiar. Ser feliz.
Pero nadie dice que eso sea ser NORMAL y
mucho menos que dé la felicidad. Lo normal es tener apuros económicos, trabajos
de mierda, ser gordo, IKEA, el horno holandés.
Muy bien la planificación, con ciertos
toques juguetones e incluso con un plano arriesgado que sí funciona. Y muy
lograda la selección de la banda sonora. Iba a decir que le falta más garra,
fuerza, intensidad. Pero no. Esto es lo que Dolera pretende: NORMAL.
Aparentemente es ligerita. Aparentemente. Hay bastante fondo ahí debajo.
-¿Tú hablas de cosas profundas con tus
padres?
-Es que nosotros somos gallegos. Y nunca sabemos de
qué estamos hablando.
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