Esta entrada viene a cuento por la próxima
serie. 30 años después de la peli rescatan a Helen Slater para que sea
la madre terrestre de la nueva Supergirl.
Ya no la recuerdo muy bien porque la vi hace
muchos, muchos años. Y no estoy dispuesto a pasar de nuevo por el suplicio de
revisarla.
Era una pena de película, la pobre. Tenían a
Supergirl para hacer una
historia todo lo buena que quisieran y lo único que se les ocurrió fue meterla
en un instituto.
Las malas eran unas brujas que vivían en un circo y, en concreto, en el tren
de la bruja (original, ya ves). Un enfrentamiento de lo más tontorrón. No
recuerdo cómo era posible que esas memas enviaran a Supergirl a la Zona
Fantasma, pero salía bastante fácilmente gracias a que Peter O’Toole
(sí, Peter O’Toole estaba en ese fregado) se sacrificaba por ella.
Lo que sí recuerdo son los créditos finales.
Me parecieron chulos en su momento, una variante de los de La Guerra de las Galaxias.
Bien. Los tiempos han cambiado y aunque siguen sin
atinar con las superheroínas, alguien ha depositado su fe en Supergirl para sacar adelante una
nueva serie. Veremos qué sale de ahí. A veces pienso que sólo por el cambio devestuario merece la pena, ¿no crees?
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