La modelo del cuadro que ves al lado se
llamaba Adele. Fue pintado por Gustav Klimt. El marido de Adele
lo compró. Los nazis lo robaron. En 1998, la sobrina de Adele (Helen
Mirren) decide que el gobierno austriaco le devuelva el cuadro.
La trama 1920-1940 es un flasback desmedidamente largo. No aporta
nada a las historias de nazis y judíos, resulta superflua para la trama
principal y se hace muy aburrida. Pero está claro que sigue siendo un tema que engancha a la gente y por esto está ahí. Pero, insisto, es innecesario.
La trama de 1998 en adelante es mucho más
interesante. Al menos me lo pareció a mí. La indagación sobre la compra, los
testamentos, la demanda. Y me parece mentira que, guionista y director, no se
dieran cuenta del partido que pudieron sacarle a las pesquisas artísticas.
Película muy correcta formalmente (es de la BBC).
Tan interesante por su potencial como decepcionante por su resultado.
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