30/3/15

Citizenfour

Citizenfour fue el alias que usó Edward Snowden para ponerse inicialmente en contacto con Laura Poitras.
Acusar a Snowden de revelar secretos es admitir la culpabilidad de Estados Unidos. La cuestión no es saber si Snowden debe estar en la cárcel. La cuestión es saber por qué no está Obama. Pero ya hablé de esto en otra ocasión.
Poitras no cuenta gran cosa sobre los secretos revelados por Snowden. Ya están ahí. Ella rueda el cómo y el por qué. Por qué hace lo que hace, por qué no le importa quedar expuesto, cómo recibe las noticias de los telediarios sobre sus filtraciones, cómo se entera de que su novia ha sido interrogada, los planes con el abogado de Hong Kong, los e-mails que intercambian, la mediación de Julian Assange
Muy sobrio. Quizá demasiado sobrio para mi gusto. Pero esto es en lo que se ha convertido el espionaje. Tíos en una habitación, con un ordenador, espiando empresas, competencia, posibilidades de negocio.
Y sin más dilación este comentario va a formar parte de ese Tera cada diez segundos que almacenan en Utah.
Jo. Cómo le cuesta, a un pro-yanqui como yo, tener que decir estas cosas. Pero desde que la seguridad derrotó a la libertad (el miedo a las agallas) nada es lo mismo. Reagan se estará removiendo en su tumba y Nixon flipando en colores.

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