La iglesia de Batman el Redentor. 100% de
descuento en algunos artículos porque 0 debe equivaler a 100%. Todo el mundo se
hace rico menos tú. Cohen habla en plural mayestático y calcula entidades.
Todos estamos esperando la llamada. La llamada que nos diga cuál es nuestra
vocación, nuestro propósito, el sentido de la vida.
Muchos directores buscan en sus películas la
verdad, la felicidad, una trascendencia. Pero Terry Gilliam no es un tío
normal y sus películas son muy singulares. Surrealismo kitsch, iconografía religiosa, tecnología cyberpunk, colorido y
suciedad. Todo junto y revuelto.
La película se lía en un bucle de
repeticiones sin mucho sentido. 106 minutos para algo que, como mucho, daba
para 20. Su visión de la realidad está en evadirse de ella. Y en esa evasión
abandona la promesa del amor.
Rarita (Terry Gilliam, ya sabes),
excéntrica y bastante vacía. Puedes imaginarte lo que Gilliam hace a una
tipa tan excéntrica de por sí como Tilda Swinton. Y lo que les hace a Christoph
Waltz, Matt Damon, Melanie Thierry o David Thewlis.
-¿Nosotros?
-Si. Yo y tus tús.
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