Worricker y Margot huyen de continuo. Todos
los servicios de inteligencia están tras sus pasos. La situación ha llegado al
punto en que Worricker cae o Worricker derroca un gobierno.
Si el primer capítulo se centraba en los políticos
y el segundo en los empresarios, el tercero se centra en los periodistas.
Un gran capítulo con un gran final. Muy
buenas interpretaciones. Me asombra Bill Nighy, la cantidad de cosas que
expresa bajo la obligada máscara imperturbable. Y Helena Bonham Carter,
claro. Siempre suavemente irónica, dulce, dura y una máquina a la hora de
detectar quién la sigue. Ella dice que hay que seguir a la gente por delante
pero no le hacen caso.
-La política es un juego. Los servicios de
inteligencia no.
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