23/11/14

Nunca es demasiado tarde

El trabajo de Mr. May es localizar parientes de difuntos no reclamados por nadie. Y sí: su vida es tan gris como cabe imaginar.
Muertos que mueren solos investigados por un vivo que vive solo.
Historia minimalista. Si esperas acción y un ritmo trepidante debes abstenerte. Vemos cómo Mr. May investiga a un hombre con una vida extraña como todas, quizá un poquito más extraña. No hay nada más.
Así, pues, cine indie tirando a sencillo que invitaba a un final abierto.
Pero ahí está la cosa: el final me parece magnético, genial, dramático, cómico, trascendental. Me consta que hay gente a la que le irrita pero a mí me pareció sensacional. Y me recordó bastante a Las consecuencias del amor.
Eddie Marsan interpreta muy bien a ese hombre del montón, solitario, lacónico, que ama su trabajo y que no pide nada más a la vida.

No hay comentarios: