El concepto de crossover en los cómics resulta, a priori, interesante. Personajes de distintos cómics confluyen en la misma historia. En la práctica, salvo honrosas excepciones (algunas cosas de Gen13 y Runaways), los crossovers sólo demuestran que los guionistas de cómics tienen mucha menos imaginación de lo que se podría suponer. Repetitivos, elementales, previsibles.
Marvel
se adelantó en cine con el crossover
de Los
Vengadores. El día 2 de diciembre DC tomará la delantera en series,
uniendo a The Flash con Arrow. Me temo lo mismo que en los
cómics. Barry Allen y Oliver Queen se pelearán antes de darse cuenta de que
quieren lo mismo: parar al malo.
Mientras,
seguiré esperando mi ideal de crossover
utópico: la unión de Terminator y Matrix. Pero tal cosa es
muy difícil que ocurra y tal vez sea mejor imaginárselo que ver cómo lo echan a
perder.
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