Así juega la vida.
Ya puedes empeñarte en obtener algo sin
conseguirlo. Hasta que mira tú.
Un cortometraje que lo mismo tira de tópicos
que te sorprende con divertidas originalidades, lo mismo presenta un montaje
ágil que se alarga tontamente con momentos superfluos (el poli).
Tiene su miga y me gusta lo de los botones.
Por otro lado parece un poco condescendiente
con el oficio de voyeur.
Me gustaría, mucho, ver cómo se desenvuelve Manuela
Moreno con un largo.
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