-Odiarte será un juego realizado con manos
frías.
El comienzo es, en apariencia, simple. Pero
me pareció magistral. 1935. Marismas, población negra. Unos escuchan un sermón,
otros disfrutan en el bar, unos viajan en tren hacia la educación, otros se
quedan en un ambiente de miseria. Y las palabras del predicador (Forest
Whitaker) enlazan todas las escenas.
Y aparece Denzel Washington que
detiene una pelea con la mirada.
El desarrollo es bastante más convencional,
académico. La trama cuenta la primera vez que un club de debate de una
universidad de negros se enfrentó a una de blancos: Harvard. El acontecimiento
fue retransmitido por radio en Estados Unidos.
Es, en realidad, una película sobra la
palabra, el poder de su uso, el modo en que empleamos ese conjunto de símbolos
arbitrarios que hemos creado para buscar la verdad.
Creo que nunca llegó a estrenarse en España.
Sólo la he conseguido en versión original subtitulada gracias a Juan.
Pero es una película muy interesante que contempla la cuestión racial desde la
perspectiva del debate.
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