2/9/14

Rookie Blue

Empezó siendo una serie policíaca en la que se insertaba la vida personal de los protagonistas.
Luego se convirtió en un culebrón en el que se insertaban algunos delitos que ocurrían en la ciudad.
Lo peor es que al principio los casos policíacos, aun sonando a ya vistos, tenían ciertas variaciones que los hacían muy interesantes por el modo diferente de resolverlos, según la personalidad de cada protagonista. Después los casos policíacos eran un chiste insertado entre los follones sentimentales de los protagonistas porque, para entonces, todo el mundo se había liado con todo el mundo dentro de la comisaría 15.
Al principio esperaba poco y me ofreció mucho. Luego me ofreció mucho y me dio nada. A falta de una temporada (o la última media temporada, según quién), no creo que pueda terminarla.
La primera gota que colmó el vaso fue el secuestro de Christian y la paternidad no conocida. Ahí estuvo claro que ya no sabían qué inventar. Y el colmo de los colmos fue que la muy borde y hetero Peck se convirtiese en la muy tierna y lesbiana Peck. La evolución psicológica más desastrosa que he visto jamás. Lo habría entendido en cualquier otra. Pero... ¿Peck? ¡Con lo genial que era como aborrecedora de la humanidad!

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