8/7/14

Mil maneras de morder el polvo

Cuando uno tiene 15 años, los tacos, las burradas y los chistes verdes tienen su gracia porque es la primera vez que uno los oye. A los 20 años tienen bastante menos gracia porque uno ya ha escuchado todos los chistes media docena de veces cuando menos. A los 25 ya no sólo no es gracioso sino que resulta aburrido y cansino.
Por eso no entiendo que gente supuestamente adulta siga disfrutando estas cosas. Puedo entenderlo un poco en una cultura puritana como la americana. Pero que a alguien le guste en una cultura como la hispana me preocupa.
Esos monólogos de 5 minutos, en los que el tío quiere ser gracioso y tú sólo piensas en pegarle un tiro para que se calle, esos monólogos son... Algún día encontraré el adjetivo calificativo adecuado.
Como sea, el principal problema de esta película está en que su parodia del western no es una parodia. Es un destrozo. MacFarlane demuestra su insondable incultura cinematográfica, su incapacidad para saber lo que es cine de verdad. Supongo que es normal. Si un tío de más de 40 años sigue disfrutando con los chistes de quinceañeros, es esta la clase de cine que hace. La mente no da para más.
También es una pena el enorme desperdicio de ese reparto.

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