Cuando uno tiene 15 años, los tacos, las
burradas y los chistes verdes tienen su gracia porque es la primera vez que uno
los oye. A los 20 años tienen bastante menos gracia porque uno ya ha escuchado
todos los chistes media docena de veces cuando menos. A los 25 ya no sólo no es
gracioso sino que resulta aburrido y cansino.
Por eso no entiendo que gente supuestamente
adulta siga disfrutando estas cosas. Puedo entenderlo un poco en una cultura
puritana como la americana. Pero que a alguien le guste en una cultura como la
hispana me preocupa.
Esos monólogos de 5 minutos, en los que el
tío quiere ser gracioso y tú sólo piensas en pegarle un tiro para que se calle,
esos monólogos son... Algún día encontraré el adjetivo calificativo adecuado.
Como sea, el principal problema de esta
película está en que su parodia del western
no es una parodia. Es un destrozo. MacFarlane demuestra su insondable
incultura cinematográfica, su incapacidad para saber lo que es cine de verdad.
Supongo que es normal. Si un tío de más de 40 años sigue disfrutando con los
chistes de quinceañeros, es esta la clase de cine que hace. La mente no da para
más.
También es una pena el enorme desperdicio de
ese reparto.
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