-No hay gerundio para el amor. El amor te
entra o no te entra.
Me encantó desde el comienzo, esos 7 minutos
de conversaciones telefónicas con la pantalla partida en la que puedes ver las
reacciones por separado.
Ivana es la bella. Abogada, preocupada, con
mil líos, ajetreada y frecuentemente enfadada. León es la bestia. Mide 1'36 pero
es lo único pequeño en él. Arquitecto, simpatiquísimo, divertido, lúcido,
afable. Un genio.
Y la peli no cuenta nada especial salvo la
relación entre ellos. Pero el guión está muy bien trabajado y las
interpretaciones son maravillosas. Una estupenda crítica al hipócrita mundo de
las apariencias.
A veces pienso que los guiones de todas las
películas del mundo deberían dejarlos en manos de argentinos. Y luego darles el
presupuesto de las americanas. Ya sabes lo mucho que me cuesta entrar a las
pelis románticas, pero esto es otra cosa. Esperaba un final algo más redondo,
pero tiene también sentido esa sobriedad para evitar el excesivo caramelo. Pese
a los previstos giros de rigor es entretenida.
-La novia del petiso te va a partir esta botella en la cabeza si no parás de reírte, ¿eh pelado?
-La novia del petiso te va a partir esta botella en la cabeza si no parás de reírte, ¿eh pelado?
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