La única adaptación buena que he visto de
una novela de Patricia Highsmith
fue Extraños en un tren.
Supongo que porque Hitchcock se distanció mucho de ella.
Highsmith es una de esas
escritoras que me parece inadaptable. Sus aparentes novelas policíacas son más
bien historias de relaciones tensas, de mentalidades criminales enfrentadas con
su propio crimen. Adaptar a imagen esas tramas policíacas sin acción me parece
casi imposible.
En esta ocasión el interés dura mientras
dura el misterio inicial de quién es quién en los tres principales personajes.
Además no es una historia de Ripley, el
criminal que siempre evade a la justicia. Las dos caras de este Jano tampoco lo
son tanto y el devenir es un tanto cansino.
Hay alguna buena escena de tensión. Pero poco más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario