Se titula Noé porque Aronofsky sabe que tiene pegada. Un personaje
bíblico, aires épicos y tal. Pero podía haberse titulado Gilgamesh, Waterworld II,
Mambrú se fue a la mar u Otra Peli Con Mucho Agua.
¿Es polémica? Para nada. Pero es un buen marketing
decir que lo es.
No entiendo el empeño de los productores
para que la vea el Papa Francisco. Si tuviese algo que ver con la Biblia...
Por otra parte ¿no se han parado a pensar que el Papa, probablemente, ni
siquiera ha tenido tiempo de ver todavía Breaking
Bad? ¿Por qué querría ver esto?
Noé es un tipo que recibe una visión (de
Dios, vía whatsapp o del hombre del tiempo, da igual) diciéndole que va a caer
una manta de agua. Noé cree en su fuente y se pone manos a la obra. Es resto es
una excusa para montar su propia mitología diluviana de efectos especiales
(¡hay incluso trolls!). Y como es de Aronofsky, el protagonista,
obviamente, tiene que tener una personalidad atormentada y una psicología tan
retorcida que ningún manual de psiquiatría reconoce
(sociópata/fundamentalista/ecologista).
Entretenida en su mayor parte y con momentos
ciertamente espectaculares. Pero el dramón que organiza dentro del arca resulta
pesadito.
Faltó un logo de Greenpeace como pegatina
en el arca.
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