Excesivamente absurda para mi gusto.
Guillaume es un chico. Pero ha sido educado
como una chica. Su madre le trata como a una chica, le lleva a la peluquería de
señoras, canta en el coro de chicas y en su viaje a España le enseñan a bailar
sevillanas como a una chica.
Y como cree que es una chica piensa que le
tienen que gustar los chicos. Aunque a él le gustan las chicas.
-Eres tan homosexual que te has vuelto
lesbiana.
Pero se da cuenta de que no es una chica
cuando tiene que hacer el servicio militar.
También excesivamente francesa para mi
gusto.
Su humor es esa clase de humor del que se
supone que no tienes que reírte, que es demasiado intelectual y elevado como para expresarlo físicamente. Y, en realidad, es un poco estúpido, soso, aburridillo.
Y decididamente tonto en numerosas ocasiones.
El recurso de la representación teatral como
elemento de montaje y ruptura, es un gran error. No funciona en absoluto. Tiene
un aire de modernez, de artistilla deconstructivo, pero es superfluo.
Guillaume Gallienne se lo curra. Hace de Guillaume y de madre de Guillaume. Pese a los
esfuerzos me parece un guión demasiado alargado, un gag estirado hasta la
innecesaria hora y media.
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