Crisis
El hijo del presidente de Estados Unidos, el
hijo del embajador chino y otros niños de papá han sido secuestrados cuando
iban de excursión en bus.
Así que se desencadena una crisis.
¿Crisis? ¿Qué crisis? ¡Podría ser la
solución a muchos problemas! ¿Por qué no se le ocurrió a nadie en este país?
Porque es ficción. Una serie. Claro. Tan
inverosímil como un cerdo en la ópera. Y los guionistas no hacen nada para que
resulte digerible. Al contrario. Lo potencian cuanto pueden.
¿Se pueden hacer tramas más absurdas? Sí. Se
puede, se debe y se han hecho. El problema de Crisis es que se lo cree, se toma en serio a sí misma. Se cree
que es posible que un poli herido y un niño gordo puedan escapar de una
encerrona y que el tiempo transcurra como a ellos les dé la gana. Una serie
así, pide humor cada dos por tres* y aquí no hay nada.
Pero el espectador no se lo puede tomar en
serio. Lo siento.
Y encima con cosas de culebrón.
Sólo me gustó esta frase de Gillian
Anderson:
-Todos los padres que están ahí dentro están
acostumbrados a ser los primeros de la fila. Así que prepárate. Porque querrán
ser los primeros. Y no habrá fila.
_______________
*Seis.
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