Andaba yo dándole vueltas a un profundo
asunto: ir a ver 300: El origen de un
imperio o no.
Las críticas vistas eran malas. Muy malas. Pero
me interesaba el factor público. Porque, aunque objetivamente coincidan los
críticos en la calidad de una película, el público puede tener otra percepción.
Y, entonces, Carlos me dice que le ha
parecido malísima.
Y si a Carlos no le gusta, ya no hay
más que decir.
Carlos es el público. El
público en esencia, el público con patas, la idea de público hecha huesos y
carne. Para Carlos una actriz es buena si es guapa y un actor es bueno
si está cachas. Así de sencillo. La peli es buena si le hace reír y tiene tiros,
si no le aburre en ningún momento, si no hay un drama profundo que le perturbe
la paz.
El cine es puro disfrute, cero pensar. No se
complica más. Es otra forma de ver cine y ya está. No es mi forma de ver cine
pero le considero un buen rasero a la hora de valorar una peli por su impacto comercial más inmediato.
Bueno. Me la ha ahorrado. Y, ojo, dijo que
era mala aunque estaba Eva Green.
No hay comentarios:
Publicar un comentario