Woody Grant cree que le ha tocado un millón
de dólares que debe cobrar en Nebraska. Su hijo ve que es una campaña
publicitaria pero decide llevarle. Ya puestos Woody intentará recobrar un
compresor de aire que prestó hace 40 años (divertidísimo), visitará a parientes,
amigos, el cementerio...
Enseguida se nota que es una película muy de
Alexander Payne.
Gordos, feos, bajitos, despeinados,
desastrados.
Nada de gente guapa. Nada de trajes. El más
guapo es (nuestro Saul Goodman) Bob Odenkirk, así que figúrate.
Historias casi normales de gente casi normal
en un mundo casi normal. Un desfile de ganado humano imponente. El carácter
fuerte de la madre, los seis tíos, los primos violadores, el amigo
interesado...
Una historia de simplicidad pura, como
muchas road movie. Sin artificios
(salvo el blanco y negro), naturalidad plena.
Me ha encantado ese ambiente rural, esos
diálogos tan corrientes, ese devenir mezquino de una humanidad tan frágil.
-Espero que no vengan de muy lejos.
-Montana.
-Ay
madre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario