1/1/14

La vida secreta de Walter Mitty

Imagino que en alguna parte del blog he dejado testimonio de lo poco que me gusta Ben Stiller como director y como actor.
Ahora bien, si haces una cosa 10.000 veces, por muy inútil que seas, acabas aprendiendo algo. Y, oye, si me dicen que Stiller iba a conseguir esto no me lo hubiese creído.
Muy buena fotografía, grandes escenarios naturales, planos ocurrentes, bien dirigida. Le fallan esos diálogos largos y con poco contenido que los humoristas de su generación creen graciosos por acumulación, como si tuviesen que rellenar aún un hueco de horario en el Saturday Night Live.
Eso le hace perder algo de fuerza. Porque fondo tiene si hubiese querido explotarlo: sueño, realidad, vida y toda esa riqueza abismal de la raza humana de Estados Unidos a Afganistán pasando por Groenlandia o Islandia.
Es más lo que sugiere que lo que aporta. No es grande pero es agradable, simpática y se deja ver con una sonrisa permanente.
-Las cosas verdaderamente bellas no buscan llamar la atención.

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